La Carrera de Contaduría Pública y Administración Pública organizó un encuentro virtual en el marco de sus actividades de Extensión Universitaria y tuvo como invitado al disertante internacional Julio R. Jolly Moore, auditor de calidad ISO, ingeniero de sistemas computacionales con maestrías de MBA y MSI, Socio Director de Global Advisory Solutions y BDO Consulting, BDO Panamá y Director Líder Regional de PricewaterhouseCoopers Interamericas.

Durante su exposición virtual para los alumnos de la universidad Americana, refirió que la especialización en auditoría surge a partir de una necesidad a lo largo de su carrera profesional, en el webinar dio los indicios y datos que se están actualizando en el mundo y la profesión, cómo surge la innovación al hacer las auditorías y las regulaciones en dicho aspecto.
Además de los temas que como auditores y egresados de la carrera contable deben manejar y dominar para hacer frente a los nuevos retos, cada vez la tecnología está más presente en todo con sus ventajas y riesgos que se deben evaluar.

No solo se tuvo en cuenta los aspectos de la auditoría interna, sino también las nuevas tendencias y la relación del fraude latente en todas las organizaciones y lo que se debe hacer para la prevención. Se compartió algunas estadísticas de detección de fraude organizacional y encuestas a nivel mundial de cuándo se detecta un fraude.

El resultado es que la mayor parte del porcentaje recae en las personas que realizan la denuncia o personas que tenía alguna relación con la organización y hacían la denuncia. Este es un elemento importante al que se debe prestar atención al igual que la auditoría interna.

En un análisis arrojó como resultado que la fuente principal de las denuncias en un 55% eran empleados, 13% clientes y otros 13% proveedores, lo cual indica que la mayor cantidad de denuncias llegan a través de la organización y por eso es importante tener un canal de denuncias y evaluar el proceso de cómo está establecida la organización, porque de nada sirve tener un canal de denuncias sin tener el proceso de investigación y de la sanción. Ya que si no se lleva a cabo el proceso no tendrá ninguna relevancia en la organización y podría promover una cultura sin temor a la sanción o al castigo y repetirse el fraude comúnmente.

Otro aspecto interesante es la tecnología, su aplicación para la prevención del fraude, se utiliza para varias de las operaciones en la organización y según estudios en un 55% tienen previsto aumentar su presupuesto para tecnologías de anti fraude en los próximos dos años.

En los aspectos que implican un cambio y la etapa post covid-19 las organizaciones se dieron cuenta de varios paradigmas y los auditores tienen ese enfoque de ver el riesgo como en un análisis anual. El riesgo está latente en todas las profesiones, pero muchas organizaciones tuvieron que identificar las actividades de alto riesgo y alta prioridad.

De ahí que las empresas tomaron decisiones importantes ante los riesgos en un momento de crisis, situación que podía encaminar a un fraude, también la comunicación juega un papel fundamental cuando los colaboradores desde sus hogares trabajaban en dos o tres operaciones y es un elemento importante la respuesta estratégica, es decir la estrategia de comunicación para empleados y clientes.

En una situación de caos como la que se dio durante la pandemia una organización a través de sus canales de comunicación pueden dar confianza y seguridad a sus clientes y empleados para que perciban la tranquilidad en su relación de servicio.

También plantear nuevas políticas en los controles de acceso irregular los datos, información de los clientes y de terceros.

La auditoría interna tuvo que cambiar sus planes y reflejar la realidad de los cambios, reforzar el uso de la tecnología en sus auditorías para sus pruebas considerando una auditoría ágil, optimizando el análisis de datos, la inteligencia artificial y robótica.