Si entraste a este blog es porque estás en pleno proceso para arrancar tu vida universitaria o para darte un año sabático.
Probablemente haya gente que te empuje a estudiar algo sin que hayas decidido bien tus alternativas, en ese caso, si recién saliste del colegio y no aseguraste lo que te gusta, podés darte un tiempo para analizar las alternativas y madurar las ideas, no pasa nada. Siempre hay tiempo para estudiar. Ahora bien, si ya tenés una idea sobre lo que te gusta, te recomiendo que te lances sin pensar tanto en que va a pasar después, es normal tener inseguridades y miedos, pero a nadie se le quemó las pestañas por tanto estudiar, así que, animarse y hacer lo que hay que hacer solo trae satisfacción.
Estudiar hace bien
Aspirar y tener metas en la vida siempre hacen de nosotros una mejor versión y nos empuja a salir adelante, no importa la situación en la que nos encontremos. Realmente está comprobado que estudiar hace bien, mejora tu creatividad, te prepara como profesional, te forma como persona, interiormente y externamente y sobre todo te obliga a salir de la zona de confort, poniéndote desafíos día a día para que mejore tu rendimiento ante cualquier adversidad.
Ni hablar de todos los conocimientos nuevos que vas a aprender que te van a sumar en el intelecto.
Hacer contactos para siempre
Esto de los contactos puede sonar a algo que hoy puede no parecerte importante, pero en realidad las personas que vas a conocer en la universidad son los profesionales con los que vas a tener que trabajar el día de mañana, puede que te toque o no, pero vas a lograr forjar contactos que de alguna forma aportaran a tu vida profesional, muchos de ellos pueden convertirse hasta en tus mejores amigos, otros simplemente pueden ayudarte para tu vida académica, pero esa red de personas va a ser valiosísima y no hay nada mejor que crecer en grupo con gente con las mismas metas y aptitudes, gente que te comprende y que sueña igual que vos, gente que te recuerda que no estás solo con tus ideas y tu mundo.
Empoderarte en tu vida
Más allá de tomar las riendas de tu propia vida, el tema se trata de ser felices haciendo lo que nos gusta, si vamos a trabajar de nuestra profesión y vocación, tratemos de ser los mejores en nuestras áreas para alcanzar niveles de liderazgo que podrán cambiar incluso hasta nuestro entorno.
No sirve de nada tener un título colgado en la pared, no sirve de nada seguir lo que tus padres te obligan a seguir, si no te gusta lo que seguís, mejor revisa interiormente tus deseos y trata de proyectarlos para que puedan realizarse y para que puedas ser una persona independiente y empoderada.
Seguir tus sueños, vivir de tu profesión
A veces alcanzar esto lleva tiempo, pero a medida que vayas empezando a estudiar vas convertirte en esa persona profesional que querías y por consiguiente vas a conseguir un buen trabajo que te va a llevar a ganar el sueldo que visualizas, todo funciona como una rueda y el plan aunque cueste inversión de vida y lleve su tiempo, muestra sus frutos.
Tener una actividad, abrir la mente, estar en contacto con los otros, investigar constantemente, inspirar a otros, conseguir ese trabajo que tanto querías, todo esto se concreta dando el primer paso, inscribiéndote a la Universidad y estudiando eso que te gusta. ¡No pierdas tu oportunidad de empezar una nueva etapa en tu vida!
